Si estás planeando tu viaje a Brasil, una excelente forma de hacerlo aún más especial es combinar la energía vibrante de la ciudad con unos días de descanso en las playas más paradisíacas del litoral fluminense. Desde el Ipanema Inn, un hotel en el corazón del barrio, es fácil organizar una ruta perfecta que conecte el encanto urbano de Ipanema con las aguas cristalinas de Búzios e Ilha Grande, dos de los destinos más deslumbrantes de la costa brasileña.
Gracias a su ubicación estratégica en el corazón de Ipanema, el hotel se convierte en el punto de partida ideal para disfrutar de escapadas desde Río de Janeiro con practicidad, autenticidad y el encanto de la hospitalidad carioca.
Búzios: elegancia y energía bohemia junto al mar
A solo 180 km de Río de Janeiro, Búzios es sinónimo de sofisticación y belleza natural. Lo que antes fue un pequeño pueblo de pescadores se ha transformado en un balneario cosmopolita, conocido por sus playas de aguas turquesas, sus boutiques elegantes y su ambiente bohemio.
La ciudad cuenta con más de 20 playas, cada una con su propio encanto: desde la tranquila Ferradura, ideal para nadar y relajarse, hasta la más salvaje Geribá, donde el surf marca el ritmo del día.
Caminar por la Rua das Pedras, el corazón de Búzios, es una experiencia imperdible. Allí se concentran restaurantes de cocina internacional, bares con música en vivo y galerías de arte que reflejan el espíritu libre del lugar.
Para conocer más sobre la costa de Río, no te pierdas el artículo del blog Destino ideal para pasar las vacaciones en la playa, con consejos de playas locales y rutas a pie frente al océano.

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Ilha Grande: naturaleza pura y playas vírgenes
Por otro lado, Ilha Grande representa la otra cara del paraíso: un destino donde el tiempo parece detenerse y la naturaleza lo domina todo. Ubicada a unas 3 horas de Río de Janeiro, frente al municipio de Angra dos Reis, la isla es un tesoro ecológico protegido, sin autos y con acceso solo por barco.
Entre sus más de 100 playas, la Lopes Mendes destaca como una de las más hermosas del mundo, con arena blanca y mar esmeralda. También puedes hacer senderismo por la selva atlántica, bucear en las aguas transparentes de Lagoa Azul, o recorrer la isla en lancha, visitando pequeñas bahías escondidas.
Consejo local: desde el Ipanema Inn, puedes contratar traslados directos hacia el muelle de Angra o Conceição de Jacareí, desde donde parten las embarcaciones hacia la isla.

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Cómo organizar tus escapadas desde Río de Janeiro
Tanto Búzios como Ilha Grande se encuentran a menos de 4 horas por carretera desde la ciudad. La mayoría de los visitantes opta por traslados privados o vans turísticas, que ofrecen comodidad y flexibilidad en los horarios.
Otra opción es alquilar un coche para recorrer la costa con libertad, deteniéndote en playas intermedias como Praia do Grumari, Itacuruçá o Arraial do Cabo, conocida como el “Caribe brasileño”.
El equipo del Ipanema Inn puede orientarte con recomendaciones personalizadas y ayudarte a planificar tu itinerario. Desde organizar un transfer hasta sugerir los mejores restaurantes y posadas en cada destino, el hotel hace que cada detalle de tu escapada sea fácil y placentero.

Regresar a Río: tu casa en Ipanema
Después de unos días explorando el paraíso, regresar al Ipanema Inn es volver al confort de casa. Nada mejor que descansar en tu habitación tras la aventura y disfrutar de un café o un jugo tropical mientras el ritmo del barrio vuelve a envolverte.
Desde el hotel, puedes seguir descubriendo qué hacer cerca de Río, con lugares icónicos como el Parque Lage, el Jardín Botánico o el paseo por la Lagoa Rodrigo de Freitas, todos a pocos minutos a pie o en bicicleta.
Conclusión: escapadas desde Río de Janeiro para vivir el paraíso brasileño
En resumen, las escapadas desde Río de Janeiro hacia Búzios e Ilha Grande son la combinación perfecta entre naturaleza, descanso y cultura. Desde el Ipanema Inn, tu hotel en Ipanema cerca del mar, podrás vivir la esencia del turismo de playa en Brasil con la comodidad de estar en una ubicación privilegiada y rodeado de la atmósfera auténtica del barrio.
Porque desde Ipanema, el paraíso está siempre a un paso.

